A mis espaldas

Esta foto me representa.

A mí,a la campeona de tumbona.A la más vaga de las vagas.Oro olímpico en sillón-ball...

A un lado la comodidad del sillón,al otro una mujer dispuesta a nadar como si no hubiera mañana.

Yo en mi adolescencia hice deporte.Lo confieso.

Y ahora,después de tantos años(?),y ante la incrédula mirada de los que me conocen, me ha dado por nadar.

A causa de mis frecuentes dolores de espalda,llevan años recomendándome que haga ejercicio.

Y en un arrebato (otro?)me he lanzado al medio acuático (para algo soy una sirena...).

Con estilo grácil cruzo la piscina con un bañador casi idéntico al de la fotografía.

Nadar tiene sus ventajas...creo...no se pasa calor y mientras estás nadando no puedes pensar más que en las respiraciones y te olvidas hasta de los recortes del gobierno...

Es como estar un rato anestesiado (y eso en los tiempos que corren es un alivio)

Cuando despiertas se supone que has generado endorfinas...

Pero eso es mucho suponer...yo en ese momento maldigo el maldito bañador que se resiste a despegarse de mi cuerpo cual lapa.Y necesito comer algo dulce como alma que lleva el diablo.

Llevo una semana.

Se admiten apuestas.

Bss,Carmen.

*Ya veis que esto de hacer ejercicio me está afectando al cerebro.Mis disculpas.