Una noche en el azar de lo hermoso

Lenguas de luz a media tarde

que vuelven cuando ya mi piel se ha vestido de luna.

Fuera el viento arrecia como tú querías

Escuchas los remolinos de mi nombre?

Aquí dentro nos resguarda esta cama de locura mágica

Un laberinto de susurros rompe las hebras del silencio

Tú me encuentras las quimeras

y yo tus sueños callados

Desplegándonos en cada instinto

me deshaces los nudos y me atas a tu deseo

Las estrellas pestañean ruborizadas a través de la ventana

cuando mi sexo te piensa de mar y de esperma

y tú me regalas la marea más desbocada

No existe ya el halo inquieto del crepúsculo

Se ha detenido el tiempo definitivamente en nuestros  labios

Una noche para perpetuarnos en el azar de lo hermoso

Un beso,

Carmen