C asistía a varios seminarios de literatura en Westfield College,pero los que más le gustaban eran sin duda los que impartía Brian Stone.
El viejo profesor,especialista en Shakespeare y poesía romántica,era una combinación perfecta de generosidad,sabiduría y sarcasmo.C acudía a sus clases junto con otros tres compañeros.Ella siempre preparaba minuciosamente los textos que iban a analizar para no perder detalle de las explicaciones de Brian y disfrutarlas al máximo.
Para ella aquello no era estudiar,era deleitarse.
Pasaban los meses y C no paraba de comprar libros,los que su profesor le sugería,los que iba a necesitar para sus exámenes a final de curso,y los que la llamaban desde las estanterías de la magnífica librería del campus o de Foyle's, Dillon's o cualquiera de las decenas de pequeñas tiendas de libros en las q siempre era posible encontrar algún tesoro.
"Los Paraguas" Pierre Auguste Renoir.
Por entonces, C ya se había acostumbrado a llevar siempre consigo un elemento imprescindible para cualquier habitante de Londres : el paraguas.Al principio los elegía plegables pensando q serían más prácticos...pero acabó por darse cuenta de que los olvidaba en cualquier sitio... sin remedio.
Así q decidió comprar "el paraguas" uno de esos grandes y clásicos.
Preguntó a Brian dónde podría encontrar uno y él le dio una dirección en Regent Street más inglesa que el té de las cinco,donde había por lo menos dos mil paraguas.Un dependiente sonriente y forrado de tweed del cuello a los tobillos,le preguntó qué tipo de paraguas estaba buscando.
Tras volver loco al pobre hombre,al final la elección quedó entre tres paraguas: uno de hombre en negro,el típico de-toda-la-vida,grande,con mango de madera;el mismo modelo pero en azul y uno de mujer bastante más pequeño y con estampado de rombos en gris.
De repente C se acordó del cuadro.Ese cuadro de Renoir la había impresionado en la National Gallery...una mujer sin paraguas y a su alrededor muchos paraguas en tonos azules.
El azul!!!
Unos días antes de marcharse de Londres,C se dio cuenta de que era imposible que todos los libros que había comprado cupiesen en sus maletas.Había traído dos iguales,enormes,pero solo con los libros ya llenaría una!
Compró otra maleta y la destinó por completo a la literatura inglesa y los libros de cine.
Víspera del viaje por la noche: operación cerrar equipaje,cuando...el paraguas!!!
No podía llevarlo en el equipaje de mano y no iba a dejarlo allí.Consiguió meterlo atravesado en la maleta de los libros.
Al día siguiente se puso guapa :blusa de gasa blanca,falda lápiz negra,tacones,...quería dejar la ciudad pisando fuerte ,como si eso fuera a hacer más fácil la despedida...
En la residencia del college no había ascensor y la habitación de C estaba en un quinto piso.Las maletas pesaban mucho,y la que contenía los libros...era auténtico plomo!
Maldijo en varios idiomas.
Pero se acordó de la noche en que había subido los cinco pisos con Él y le había ido obligando a parar en cada rellano para que le diera un beso "si no hay beso,no sigo subiendo".
Cinco besos...
Una sonrisa se dibujó en su boca y se conformó entonces...
El taxista la miró como a una sospechosa,pensó q ocultaba un cadáver en la pesada maleta,pero se hizo el loco,aceleró y en menos de media hora la dejó en la terminal y huyó como alma q lleva al diablo creyendo lavarse las manos por encubrimiento de asesinato.
Al pasar los controles de equipaje,el empleado del aeropuerto sacó el paraguas y curioseó entre los libros.
C odiaba que desordenaran sus cosas,pero...se limitó a poner cara de póker.
Aquel hombre tuvo clemencia y solo le cobró la mitad del sobrepeso.
Pero...olvidó volver a poner el paraguas en la maleta...
...claro q ella no lo descubriría hasta mucho después...
Continuará?
Sigue lloviendo y yo ya no tengo el paraguas azul.
Me quedé sin paraguas como la mujer del cuadro.
Me quedé sin paraguas como la mujer del cuadro.
Que paséis buen día,
bss,Carmen.
Renoir me recuerda a Mallarmé; se reunían ambos en la Rue de Rome en el fatuo, engreído Paris; hay que ser un héroe o estar muy bien armado; lo contario de su apellido; para atreverse a traducirlo.
ResponderEliminarSoneto
El de sus puras uñas onix, alto en ofrenda,
La Angustia, es medianoche, levanta, lampadóforo,
Mucho vesperal sueño quemado por el Fénix
Que ninguna recoge ánfora cineraria:
Salón sin nadie en las credencias conca alguna,
Espiral espirada de inanidad sonora,
(El Maestro se ha ido, llanto en la Estigia capta
Con eso solo objeto nobleza de la Nada.)
Mas cerca la ventana vacante al norte, un oro
Agoniza según tal vez rijosa fábula
De ninfa alanceada por llamas de unicornios
Y ella apenas difunta desnuda en el espejo
Que ya en las nulidades que claüsura el marco
Del centellar se fija súbito el septimino.
Versión de Octavio Paz
Pelín complicado para mí...
EliminarLet´s have a look at it in the language of anglians, then..
EliminarHer pure nails on high dedicating their onyx,
Anguish, at midnight, supports, a lamp-holder,
Many a twilight dream burnt by the Phoenix
That won’t be gathered in some ashes’ amphora
On a table, in the empty room: here is no ptyx,
Abolished bauble of sonorous uselessness,
(Since the Master’s gone to draw tears from the Styx
With that sole object, vanity of Nothingness).
But near the casement wide to the north,
A gold is dying, in accord with the décor
Perhaps, those unicorns dashing fire at a nixie,
She who, naked and dead in the mirror, yet
In the oblivion enclosed by the frame, is fixed
As soon by scintillations as the septet.
(Note: The septet may indicate the constellation of Ursa Major in the north.)
Y porque no, leamoslo en la lengua del propio escribidor:
EliminarSes purs ongles très haut dédiant leur onyx,
L'Angoisse, ce minuit, soutient, lampadophore,
Maint rêve vespéral brûlé par le Phénix
Que ne recueille pas de cinéraire amphore
Sur les crédences, au salon vide : nul ptyx,
Aboli bibelot d'inanité sonore[,]
(Car le Maître est allé puiser des pleurs au Styx
Avec ce seul objet dont le Néant s'honore).
Mais proche la croisée au nord vacante, un or
Agonise selon peut-être le décor
Des licornes ruant du feu contre une nixe,
Elle, défunte nue en le miroir, encor
Que, dans l'oubli fermé par le cadre, se fixe
De scintillations sitôt le septuor.
Nota: Llama la atención, puesto que hablábamos primero de Renoir - y eran amigos o eso aparentaban - que todo es claridad, imagen directa y casi diáfana en la pintura de Renoir; nada está oculto casi; y es lo contrario exactamente en los textos encriptados de Mallarmé (pas si mal armé que ça), en que lo que se dice es casi siempre una inviatación a una dirección falsa, algo para despistar, no ser directo, no decir en vez de decir. Renoir, sin embargo dice claramente siempre que hace buen tiempo,y que qué bien, aunque esté lloviendo.
Que historia más bonita! y como los objetos más cotidianos pueden llegar a ser tan importantes en nuestra vida.
ResponderEliminarGracias Lynn!
EliminarSí,tienes razón...
; )
Carmen, hija, que me has dejado a media miel. Qué intriga con el dichoso paraguas.
ResponderEliminarLa próxima vez que me compre uno será de color azul. Aunque a mi lo que de verdad me gusta es ir bajo la lluvia sin paraguas. Pero no puedo hacerlo. Me tacharían de re-loca:):)
Besos
A mí tampoco me gusta llevar paraguas...pero en Londres sin paraguas...maaaaal.
EliminarIntentaré seguir la historia.
Sí,compra un paraguas azul!!
Y q te tachen de lo q quieran!
; )
Cinco besos tuvo que darte el pobre mártir...
ResponderEliminarSe merece una catedral como mínimo, jajajjaa
Besos.
Anda q ...
Eliminar:P
Pero bueno Carmen, qué bonito !!! escribes muy, muy, bien, por favor cuentanos más cosas. Un besito.
ResponderEliminar: )
EliminarLo intentaré.
Maldigo al del control del aeropuerto!! Será posible??
ResponderEliminarDseando ver como sigue la historia
Malditos controles!!
EliminarLo pensaré...
; )
Ohhhhh dearrrr, que histoooooriiiia¡¡¡
ResponderEliminarPlease, escribe ya de una maldita vez algo largo¡¡¡¡
y... la historia de los cinco besos, ainsss que cosa más bonita. Cuentanos ese capítulo con más detalle nena.
Ainsss, dear, cuenta, please¡¡¡
Jjajajajajaj
EliminarLa historia de los cinco besos...creo q tendrá continuación...
Gracias por esos piropos!!
; )
Lo intentaré
me gustaron sus secuencias, tienes relato cinematrográfico
ResponderEliminardonde las acciones pasan fluidas y certeras, sin adornos superfluos
cada elemento en su justa descripción
felicitaciones CARMEN
abrazos
Jo...
EliminarQué generoso comentario Elisa!
Gracias!!
Smuakk
El buen tiemo de Bocccherini en la dúctil hexacordada;
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=zhFF6JwpvAo
Tiempo,no?
EliminarTiempo; efectivamente; un error tipográfico, de los que no entendemos aún bien el teclado; su inmutabilidad.
EliminarCarmen que bien escribes!! No has pensado nunca en hacer algo de guión literario?? se te da de lujo!!
ResponderEliminarPor cierto nena, no sé si es cosa de mi pc, pero te comento que la tipografía de tu blog (no sé si las cambiado recientemente) se lee fatal, cuesta un triunfo leer y entender todo.
Muchos besos corazón.
Lorena q pones colorá!
EliminarMiraré lo de la tipografía,pero no la he cambiado.
Gracias!
Smuackkk
: ))
Precioso relato, y maravilloso cuadro .
ResponderEliminarUn abrazo, besos, eres una artista, saludos.
Tú siempre tan amable Amapola.
EliminarGracias!
Smuackkk
El destino hizo que C. acabara como la mujer del cuadro!
ResponderEliminarBesos!
Me temo que sí.
Eliminar; )
Smuakkk
Un relato precioso.
ResponderEliminarGracias Ana!!
Eliminar: ))
¡Menudo el del control del aeropuerto! A mi me han mirado y remirado la maleta y se encontraban con muchos libros, nada sospechoso jajaja
ResponderEliminarBesos.
Me ha encantado esta historia, a ver cómo sigue... ¡Estoy intrigada!
ResponderEliminarMe paso la vida comprando paraguas y perdiéndolos por ahí :)
Marta
http://www.abilingualbb.blogspot.com